miércoles, 2 de junio de 2010

y van ya...

Otro blog que abandono. Con los blogs soy peor que con los propósitos de año nuevo. Me duran lo justo.

miércoles, 28 de abril de 2010

icono inútil

El mundo se divide entre los que creen que el exprimidor-araña de Philippe Starck es uno de los objetos mejor diseñados de la historia y los que lo consideran como algo muy estético pero poco práctico. Estos dos grupos no coinciden con otros dos grupos en los que también podemos dividir el mundo: los que tienen uno de estos ítems en su casa y los que no. Los que sí lo tienen se dividen entre los que lo utilizan, que son los menos, y los que no. Éstos últimos sí que suelen pertenecer a una de las primeras subdvisiones que he mencionado: las de los que creen que el exprimidor-araña es más decoración que utensilio de cocina. Yo soy uno de ellos. Y me siento un poco gilipollas haciendo mi zumo de naranja de todas las mañanas a mano, tras cargarme el exprimidor cutre que sí usaba. Mientras el otro sigue ahí, en su estantería, disfrutando de su estatus de icono del diseño moderno absolutamente inutil.



domingo, 25 de abril de 2010

mens sana in corpore sano (in nice clothes)

La estética deportiva conquista la ropa de calle, mientras que la ropa deportiva corre el riesgo de ser cada vez menos estética. Muchos pasamos bastantes horas al año corriendo, nadando, practicando yoga, en el gimnasio... y estoy seguro de que hay mercado para las prendas deportivas que sepan conjugar lo práctico con lo estético. Aunque también es cierto que cuesta invertir dinero en cosas que van a terminar inevitablemente empapadas de sudor. Sin embargo, si somos capaces de gastar bastante dinero en prendas que utilizaremos como mucho una vez cada quince días, quizá deberíamos pensar que nos merecemos unas buenas (y bonitas) mallas para correr o una sudadera para después de los entrenamientos en el gimnasio. Líneas como la de Nike (sobre todo Nike Women, relanzada gracias al talento de Kristina Szasz, que luego haría algo parecido, pero para hombre, en Dockers) demuestran que esto es posible. Otros casos, como los de las horrendas cosas que diseña Stella McCartney para Adidas, nos muestran que la intersección entre moda y deporte no es tan secilla. A veces es una fusión artificial, como las de Bikkembergs o D&G, más enfocadas hacia el fetichismo de la ropa deportiva que a la práctica del deporte en sí misma. De cualquiera manera, lo que está claro es que hay espacio para nuevas propuestas interesantes.

viernes, 23 de abril de 2010

en busca de la mochila perfecta


Las zapatillas del gimnasio, la pantalla de vídeo portátil, las chancletas, las gafas, las otras gafas, la carpeta de clase, una manzana, una novela... todo esto y más es lo que puedes encontrar en mi mochila un día cualquiera. Admiro a los que van por la calle sin nada, sin mochila ni bolsa. Imagino que no tendrán que cargar con nada. Yo sí tengo que hacerlo y llevo años intentando encontrar el contenedor perfecto. He explorado todas las opciones, tanto en forma (mochilas, messengers, shoppers...) como en procedencia-precio (Eastpak, Y-3, Nike, Prada, Manhattan Portage...). Las aburridísimas (pero prácticas y de una calidad inigualable) bolsas y mochilas de Tumi siguen siendo las que mejor puntuan, pero son tan... adultas. Me quedan por explorar pocas opciones, pero no desisto. Ahí fuera, seguro, está la mochila perfecta para mí. Sólo tengo que encontrarla.

jueves, 22 de abril de 2010

gafas y sotanas

El otro me topé (literal: volvía de clase y ahí estaba, justo al lado de casa) con una fiesta de presentación de las gafas de DSquared2. Seguramente los enanos, perdón, hermanos, Caten, los 2 DSquared, estaban en el evento (El que si estaba, lo vi, era el padre Apeles, en fin). No me pueden caer peor estos dos, no puede desgradarme más su estética, pero admiro su capacidad para encontrar su nicho de mercado, de localizarlo, nutrirlo y hacerlo crecer. Su reivindicación de la horterada y los tópicos italianoides y filogays tendrá sentido para algunos, pero no para mí. La reinterpretación de la vulgaridad es, en su caso, tan obvia que igual ni siquiera es real. El Versace de los ochenta y noventa no disfrazaba de putas a las señoras, sino a las putas de señoras. Más o menos. Que sea caro no quita para que siga siendo una horterada. DSquared2 hacen un poco lo mismoy visten a sus clientes de celébrities basura, de caricaturas porno, de chaperos, de dibujos animados hipersexuados y baratos. ¿Tendrá el padre Apeles algo suyo?

martes, 20 de abril de 2010

suma y sigue

Minutos. Eso eslo que están durando las cosas en la venta online de los stocks de Maharishi y MHI. Menos mal que yo fui decidido y me hice con mi helmet bag enseguida. No sé dónde voy a meter tantas bolsas y tantos zapatos. Quizá debería devolverlos al mercado, venderlos en Ebay, recuperar el coste, ganar dinerito con ellos incluso. O poner un restaurante temático, o un museo. ¿Hay algo más patético que no utilizar las cosas que compras? Es tan decadente, tan grosero incluso. Pura decadencia occidental. Pero a la vez es tan difícil no enamorarse de algunos objetos, resistirse a la tentación de poseerlos. ¿Menos es más o más nunca es suficiente?

jueves, 15 de abril de 2010

los náuticos

No pienso ponerme unos náuticos nunca más. Been there, done that. No voy a entrar en el juego de lo que vuelve, lo reinterpretado, el revival. Esta vez no. Entiendo perfectamente que los que vivieron en sus carnes la estética de los ochenta se nieguen a jugar ahora a los disfraces ochenteros, a los cortavientos de plastiquillo, a los colorines. Been there, done that, worn that. Yo ya llevé náuticos en su momento, no tengo por qué volverlo a hacer. Aún así, me divierte (y me alegra) ver el relanzamiento de firmas como Sebago. ¿Para qué importar el preppy americano si aquí tenemos el nuestro? ¿Por qué dejar que sean Ralph y Tommy los que partan la pana (y el tartán), cuando aquí podemos hacerlo igual de bien?

lunes, 12 de abril de 2010

vicioshoe

Hace tiempo que lo mío con el calzado dejó de ser afición. Ahora podríamos decir que es "coleccionismo" (opción positiva), "obsesión" (opción menos positiva) o, directamente "enfermedad". Al menos no tengo a zapatos y zapatillas (y botas, no olvidemos nunca a las botas) en mi catálogo de parafilias sexuales. Sólo me falta eso. Que a mi edad (recién estrenada, por cierto) siga poniendo los ojos en blanco ante unas zapatillas de Lanvin (absurdamente lujosas, una herejía ponérselas, todo el concepto es absurdo) o unas botas de Undercover, quizá es síntoma de que necesito ayuda. Pero como (casi) todas las adicciones, si la sabes cuidar, si la sabes llevar, si la controlas tú a ella antes de que ella te controle a ti, te proporciona una felicidad y un placer que sólo otros adictos entienden. A algunos les parecerá que machacarme en el gimnasio calzado con las Ribcage de Puma-Mcqueen es una herejía. Otros no sabrán ni de la existencia de tal objeto. Es como llevar un tatuaje enorme en alguna parte de tu piel habitualmente cubierta. Con que lo sepas tú y lo disfrutes tú es suficiente.


lunes, 5 de abril de 2010

¿más guapo en persona?

"En persona es mucho más guapo" es lo que se dice de algunas personas que normalmente sólo vemos en la tele o el cine. "En la web tenías mejor pinta", posible actualización-derivación de esta frase, se podría aplicar muy bien a los productos de American Apparel. En su web es todo tan apetecible, tan sexy, tan necesario, tan innecesario pero deseable… En la realidad, sin embargo, los productos AA tienen una calidad que deja mucho que desear y se venden en unas tiendas que, a menos que seas realmente fanático del ambiente de mierdero low-cost de las tiendas de ropa de segunda mano, tiran para atrás. ¿Prendas básicas? Sí, pero no más (ni desde luego, mejores) que las que se pueden encontrar en otras cadenas similares. ¿Precios ajustados? En absoluto, y mucho menos si consideramos la relación calidad-precio. ¿Producción más ética y ecológica? Peliagudo asunto, siempre bajo sospecha. Si no fuese porque soy adicto a esta camiseta-polo (tanto que no me duele nada pagar los –absolutamente injustificados- 32 euros que cuesta) jamás pisaría una de estas tiendas horrorosas y sobrevaloradísimas. De hecho, dado que lo único que me interesa de ahí se vende online en un ventajoso pack de tres, no lo hago. Prefiero quedarme con las falsas promesas de su web.

(NOTA: no, ése no soy yo. Por suerte)

jueves, 1 de abril de 2010

de divas y parodias

Tiene huevos que ahora Scott Schuman se enrabiete al ver que a su Sartorialist le salen imitadores y parodias. Son éstas últimas, y concrétamente ésta, las que le han sacado de sus elegantes (y cada vez más snobs y pretenciosas) casillas. Ser parodiado es sinónimo de haberlo logrado, y no aceptarlo con naturalidad y buen humor, de no merecer ese éxito. Está claro que el blog de Schuman, pese a que sigue siendo un básico, está cada vez más acartonado y, una vez que se ha creado su propio mundo, compuesto de bufandas, abrigazos y estilistas anoréxicas de Vogue, ha decidido no salir de él. Aburguesarse y mirarse demasiado al espejo supongo que es una de las varias posibilidades de evolución natural que tenía el proyecto. Supongo también que la conversión del pequeñajo Schuman en diva airada estaba también dentro de lo esperable.


martes, 30 de marzo de 2010

Perfecta Olivia

'A single man' no es una película perfecta, desde luego, pero estaremos de acuerdo en que estéticamente es intachable. Quizá demasiado. Lo cierto es que todo lo que hace Tom Ford tiene un halo de perfeccionismo excesivo y al borde de la incomodidad. Excepto en la maravillosa escena del baile, a Colin Firth y Julianne Moore se les ve casi constreñidos por la belleza y el buen gusto de todos y cada uno de los fotogramas de 'A sinle man'. Esto no le ocurre a Olivia Williams en la recién estrenada 'El escritor' de Polanski. Es ésta otra película que supura estilo y elegancia, pero de una manera mucho menos relamida, más dura, más real, y a la vez más inalcanzable. Todo en ella es exquisito, y aún asi la Williams sobresale, con su aire sobrio y duro, hiperfemenino y masculinizado al tiempo. Una mezcla de elegancia clásica británica y vanguardia belga, en las antípodas de la muñeca corporativa Chanel-Escada que interpreta Kim Cattrall en la película. 'El escritor' podría haber estado dirigida por Hitchcock. Él habría escogido también al tamden Olivia-Kim para interpretar estos dos polos (polos opuestos, polo norte y polo sur, gélidos ambos) femeninos de la película. Pero él se habría quedado con Kim, mientras que Polanski, igual que yo, apuesta sin dudarlo por la mucho más interesante Olivia.





viernes, 26 de marzo de 2010

Quality time


El otro día descubrí que soy diez años mayor que la mayoría de mis compañeros de clase. O lo descubrieron ellos. Yo ya sabía que era de los más mayores, pero no que fuese EL MÁS mayor. No imaginaba que ellos fuesen tan jóvenes. Ellos tampoco pensaban que yo fuese “tan mayor”. Palabras literales y dolorosas. ¿Será verdad o sólo una maniobra diplomática? Hay un punto, entre los treinta y los cuarenta, en el que parecer más mayor ya no mola. Pero intentar quitarse años desesperadamente es aún peor, completamente patético. Es el momento de pensárselo dos veces antes de tomar decisiones patéticas, y salir a la calle enseñando la goma de los calzoncillos. Dentro de un par de semanas es mi cumpleaños. Espero que nadie me regale unos calzoncillos cuya goma pretenden que enseñe. Que vayan a The Outpost y me compren cualquier cosa. Lo que sea, si es de allí, me va a gustar. ¿Una bolsa de Want Les Essentiels de la vie? Perfecto. ¿Unas gafas de Raf Simons? Mejor aún. Es lo bueno de cumplir treinta y tantos, que aprecias ese tipo de cosas en las que calidad prima por encima de todo lo demás. ¿Lo malo? Que la calidad se paga cara. Yque al año que viene serán treinta y tantos y uno más.

domingo, 21 de marzo de 2010

quiero y no puedo

¿Es cierto eso de que los pañuelos de Alexander McQueen, esos ya clásicos estampados con calaveras, se cotizan de segunda mano a muchas veces su precio de venta habitual? Mmmmm, en el escaparate de Jean-Pierre Bua tienen alguno, quizá comprarlos para luego revenderlos sea hacer un buen negocio... De hecho, hasta hace bien poco tenían también una estupenda bufanda "calaverada" que estuve a punto de comprar. No lo hice, primero, porque el calaverismo, por muy McQueen que sea no es mi estilo y, segundo, porque he intentado no ser, en la medida de lo posible, consumidor aspiracional, ni pretender disfrazarlo de otra cosa. Tarea difícil. La moda, y más a esos niveles, y más para los que no nadamos en millones, es aspiración pura. Ganas de ser parte del mundo de Balenciaga, de Prada o de Coco (Chanel, o Rocha, lo mismo da), a través de ítems que nos permiten franquear, o creer que franqueamos, aunque sea en sueños, la barrera entre nuestra realidad y otra más perfecta, más acorde a lo que queremos ser y tener, no a lo que somos y tenemos. ¿Un pañuelo de McQueen te da acceso a ese otro mundo? ¿Y unos simples calcetines firmados por Rick Owens? ¿Hasta que punto es lícito este juego de quiero y no puedo? ¿Es divertido o simplemente frustrante, incluso patético? Y, lo que es más imporntante ¿puede uno decidir cuando quiere jugar y cuándo no?


jueves, 18 de marzo de 2010

vivo en Barcelona


Por no tener, no he tenido ni período de adaptación a Barcelona. Tras años viviendo un 20% del tiempo aquí y el 80% restante en Madrid, invertir las proporciones no ha sido traumático. Nuevas rutinas, nuevos horarios, nueva tintorería (no os riáis: es importante) y nuevo casi todo. O semi-nuevo, más bien. Nuevo al 60%, el que va del 20% al 80%. Yo me entiendo. Echo de menos mi parque madrileño, y a mi entrenador David, pero ya le empiezo a coger el gusto a mis vueltas corriendo a la Escuela Industrial o que del vestuario a la piscina haya que subir escaleras, y no bajarlas. El primer día las subí, y aparecí en una oficina, en bañador y con el gorrito puesto. Y me he acostumbrado más rápido de lo que creía a este ordenador tan pequeñito, aún más que mi querido (y un poco celoso ahora mismo) iBook. Quizá no diga jamás “vivo en Barcelona”, mientras ese 20% de vida Madrileña siga existiendo. El primer fin de semana en Madrid de esta nueva etapa ha sido raro, lo reconozco. Como lo es hacer planes en Barcelona en día de diario, o madrugar o no tener que darle indicaciones al taxista que me lleva a casa.


domingo, 14 de marzo de 2010

Raf by Raf for Me


Yo al principio no daba un duro por Raf by Raf Simons, la segunda línea de (obviamente) Raf Simons. Ahora miras dentro de mi armario y encuentras rafbyrafsimonismos por todos los lados: polos, camisetas, chaquetas, sudaderas, zapatillas… todo de Raf. Los básicos de Raf by Raf son realmente básicos, pero tienen un pequeño toque que los hace especiales: las proporciones cuello-mangas-hombros de los polos son levemente más rectas que las de un polo estándar, las sudaderas están cortadas para albergar cuerpos con un poco más de músculo que lo normal (que lo normal para este tipo de marcas, es decir, cero músculo y todo huesos), las zapatillas combinan con casi todo… Raf by Raf es el punto de intersección entre la vanguardia belga y el estilo americano. Minimalismo y funcionalidad. Sobriedad casual. Podría ser una colección cápsula “europea y oscura” de GAP. O la línea más alta de la tienda Uniqlo del SoHo neoyorquino, en sustitución de la que ya existe, diseñada por la gran Jil Sander, cuya marca homónima está ahora dirigida por… Raf Simons. Todo cuadra. Raf by Raf está además disponible en algunas de las boutiques online más potentes. ¿Alguien da más ahora mismo?

viernes, 12 de marzo de 2010

A de Apple, B de Barcelona.. y P de Prada


Tiene sentido eso que dicen de que Prada y Apple están medio pegándose por un local en Barcelona, junto al nuevo Mandarin Oriental del Paseo de Gracia. Para Apple sería una oportunidad de oro de poner su primera tienda "real" en España, aunque quizá ahora que parece que el cacareado iPad podría pegarse un buen batacazo cuando finalmente salga al mercado, quizá no sea el mejor momento. Por otro lado, Prada no tiene tienda propia en Barcelona. Es de las pocas megamarcas que carecen de escaparate en el Paseo de Gracia, una de las calles más bonitas de España, si no la más. Sería la de Miuccia una de las tiendas "burguesas" de su marca, como las dos de Madrid, comparables con las de sus firmas rivales, y alejada de sus alucinantes "epicenter store", como las de Rem Koolhas de Nueva York o Los Angeles o la de Herzog & De Meuron de Tokyo, esa estructura de apariencia vítrea/gelatinosa. El Mandarin Oriental de Barcelona es un lugar extraño. Rehabilitado no se sabe si con un gusto exquisito o terrible (encabeza este post una foto de su atrio), recuerda conceptualmente a la estética de, curiosamente, Prada. Se rige por las mismas leyes que permiten que algo sea atractivo más que bonito, tentador pese a su aparente carencia de armonía, extremadamente lujoso y terriblemente vulgar a la vez. Intrigante. A veces excesivamente obvio y otras, aparatosamente rebuscado. Irritante y, aún así (o gracias a ello), poderoso.


miércoles, 10 de marzo de 2010

Helmut Lang ya no es Helmut Lang

Mientras Helmut Lang se dedica al arte, a sus gallinas y a su novio, en su casoplón de los Hamptons, su marca se esfuerza por seguir viva. Una firma icónica que, tras unos rocambolescos cambios de manos, terminó en manos de Theory, otra marca interesante e inexistente en España. Michael y Nicole Colovos fueron puestos al frente de las colecciones de Helmut Lang, la marca, mientras Helmut Lang, la persona, jugaba al despiste, a relativamente pocos kilómetros de Nueva York, ciudad a la que mudó la empresa en los noventa, y de la que terminó convirtiéndose en símbolo. Lang inventó muchas cosas que hoy se dan por hecho. Con su estética fría y austera, minimalismo bien llevado, dejó sentadas las bases para muchas marcas que vinieron después. Muchas colecciones, sobre todo masculinas, presentadas desde que Lang no está en activo, homenajean-copian-utilizan su estilo. Un estilo que, al contrario que el de otros grandes nombres de la moda, no sólo existía en pasarelas y editoriales, sino en la calle. Sus trajes perfectos (con un corte que años después se convertiría en el estándar de muchas otras marcas), sus camisas, sus abrigos estrictos, sus parkas o sus accesorios siguen estando en el armario (y en el día a día) de mucha gente. Y sus pantalones vaqueros, pioneros en muchas cosas (en llevar manchurrones, en costar fortunones...) son ahora piezas de coleccionista. Pese a que la firma sigue activa, con relativa dignidad, ya no es lo mismo.


sábado, 6 de marzo de 2010

LA camiseta


He aquí mi candidata a mejor camiseta de la temporada. No sorprende que venga firmada por Comme des Garçons. Masiva y exquisita al tiempo (sí, es posible), la marca-matriz de Rei Kawakubo lo mismo rubrica un perfume con olor a garaje que una microcolección de bañadores de competición para Speedo. O una colaboración (¿fallida?) con H&M. O una tienda tan imprescindible como Dover Street Market. O una camiseta estampada con la radiografía de una rana. A precio CDG, claro. Si alguien la quiere, que se pase por Notenom, otra tienda imprescindible, en Barcelona. Comme des Garçons, siempre propone juegos de atracción-repulsión. En este caso, lo único repulsivo son los más de 150 euros que cuesta la prenda en cuestión. Uf.


jueves, 4 de marzo de 2010

hipopótamos en casa


Placer culpable número 23.567

El otro día me hice, por fin, en Limiteditions (tienda imprescindible), con unas Nike Air Max 95. Tras años de amarlas/odiarlas a distancia, había llegado el momento de dar el siguiente paso. De tener mi propio par. Cómodas como ningún calzado ha sido jamás, pero igualmente excesivas, recargadas. Horteras, sí, puedes decirlo. Anyway, otro clásico, mal que les pese a algunos. Y yo soy muy de clásicos. De clásicos macarras, parece ser, también. Las amo. Las odio. Y ahora, además, las tengo.



A veces es mejor dejarse llevar y asumir la realidad. Aceptar que te gusta la bollería industrial. O los coches tuneados. O los cadenones de oro. O las Nike Air Max 95. Todos tenemos un guilty pleasure. Algunos incluso varios.

martes, 2 de marzo de 2010

3 clásicos 3

Ray Ban Wayfarer graduadas, Ray Ban Aviator en dorado y verde y Randolph Engineering Aviator. Clásicos. Elecciones seguras para momentos de saturación. Imposible equivocarse con ellas. Si hay un mercado con exceso de oferta, ése es el de las gafas de sol, controlado por unos pocos fabricantes que, a través de licencias, se encargan de la fabricación y distribución de las líneas de gafas de marcas de todo tipo. Además de ellas, un montón de pequeñas firmas pugnan por pequeños nichos de mercado, y a su vez firman también colaboraciones con marcas de moda, normalmente más pequeñas, más nicho. ¿El resultado? Gafas por todos los sitios, mires donde mires, de todas las formas y colores, de todas las marcas, de precio accesible o estratosférico. Y una necesaria descompresión, en forma de vuelta a unos clásicos que lo son por algo.


domingo, 28 de febrero de 2010

el estilo, el estilo

Más que la moda en sí, es el estilo la última obsesión. El estilo, el estilo… ¿qué es el estilo? ¿Dónde está? ¿Sirve para algo? Ya no se trata de tener la mejor ropa, la más buena o la más cara, sino de tener estilo. De “saber llevar” la ropa, ya se trate de un poncho de plástico hecho con una bolsa de Mercadona o un traje de Tom Ford. “El estilo no se puede comprar”, “o se tiene o no se tiene”, dicen, lo cual hace que el asunto sea mucho más estresante. Los blogs de street style han acelerado el fenómeno, y han creado nuevas estrellas, que fotografían y/o se dejan fotografiar allá donde van. Y van a muchos sitios. Como todo, esto tuvo una eclosión, una expansión y un auge. Ahora tocan quizá estamos en la fase de saturación o tal vez en la de decadencia. Y yo, que siempre llego tarde a todo, aún no he fotografiado nadie, ni nadie ha querido hacerme una foto a mí. Igual no tengo estilo. A lo mejor es eso.

sábado, 27 de febrero de 2010

Armand Basi, veinte años después


Y sin embargo, algunos de los ejemplos más claros de cómo la moda española (la que no es Zara y no es Mango, se entiende) derrapa, los tenemos en Barcelona. Los más jovencitos no se acordarán de que hubo un tiempo en que la Pasarela Gaudí (aquello) era algo. Y que en aquel algo, había nombres que pintaban algo. No demasiado, pero sí algo. Ahora, nadie sabe realmente dónde está Toni Miró, tras sus mil tumbos empresariales, a cual más delirante (y degradante). Por no hablar de David Valls (¿qué fue de él?). Y Armand Basi es un cutrerío, con corners de ropa terrible en El Corte Inglés y un intento de relanzar su segunda línea, By Basi, con pretensiones de convertirla en un Marc by Marc Jacobs. En su tienda enorme de la calle Balmes de Barcelona, percheros llenos de ropa de calidad ínfima, con estética a medio camino entre Blanco y, efectivamente, Marc, y mil chuminadas y objetitos bybasizados, también a lo Marc. Horquillas, juguetitos, mierdas varias. Ya nadie se acuerda del Armand Basi de Chu Uroz, el de los desfiles con Linda Evangelista y la estética dura. Producto de su tiempo, sí, pero brillante. Y con un potencial de evolución enorme. Luego llego Juste de Nin a hacerse cargo de la marca, cambiando el concepto y dando bandazos estéticos hasta llegar a hoy, momento en el que los números de la firma seguramente sean buenos, pues produce (ergo vende) con continuidad y se atreve con aventuras como la nueva By Basi, enfocada a los más jovencitos y con una campaña indigna de una casa que, hace no tanto (o sí, sí hace tanto), tenía mucho que decir.

jueves, 25 de febrero de 2010

dos ciudades, dos estilos

Entre las cosas que echaré de menos de Madrid (ciudad a la que volveré cada dos o tres semanas, pero dejadme ponerme dramático) no van a estar las tiendas de ropa, pues mis favoritas están en Barcelona. Aunque hay excepciones, como Clean (cuyo dueño, el genial Luis Lu aparece en el GQ de este mes sartorialistizado) o Sportivo, excepciones que confirman la regla de que Madrid aún tiene cosas que aprender de Barcelona. Serán sensibilidades distintas, o una historia distinta, o la tradición, pero el caso es que en Madrid no tenemos un Jofrè, un Santa Eulalia o un Muntaner 385, por poner tres ejemplos contundentes. Y aunque la cosa poco a poco mejora (la apertura de la boutique masculina de Prada, Aspesi, Moustache...), la distancia sigue estando ahí. En Madrid, a cambio de que las mujeres tengan un Ekseption, nosotros tenemos que tragar con megaboutiques de diseño enfocadas a públicos ultratendenciosos: gays radicales, futbolistas, celebrities de cuarta...

domingo, 21 de febrero de 2010

vienen curvas


Cualquiera que haya visto 'A single man' (otro día hablamos de ella) habrá visto no sólo lo mal actor que es Jon Kortajarena sino también lo delgadísimo que está. Detalles que se aprecian mucho mejor en una pantalla de cine que sobre una pasarela o en un reportaje fotográfico. Kortajarena tiene un cuerpo casi tan alejado del estándar masculino real como Eniko o Daria del femenino. Sí que es cierto que al menos en el caso de los modelos masculinos, la identificación (inevitable) entre modelo y consumidor es un poco más sana, pues se da entre un modelo adulto y un consumidor adulto, mientras que en el caso de las mujeres, se trata en demasiados casos de una casi niña, la modelo, contra una cconsumidora potencial que, como mínimo, es adolescente. Leí unos comentarios, tan crueles como ciertos, en los que se dudaba de que Karlie Kloss (que nació en 1992, hagan ustedes los cálculos), indudable modelo del momento, siga trabajando al mismo nivel cuando su cuerpo cambie y se convierta, definitivamente, en el de una mujer. Gemma Ward (penúltima modelo del momento, las cosas van tan rápido ahora...) ha hecho esa transición, y muchos se han espantando al verla... llena. Mucho más femenina y mucho más mujer, increíblemente más atractiva, pero alejada de unos cánones que piden perchas andantes, más que mujeres. Alambres. Contradictorio, sí: la ropa no les puede quedar mejor a Freja Beha, o a Natasha Poly, pero todo el concepto (la ropa, ellas, el desfile...) es en su caso casi al 100% irreal. Cuando se tiene a Lara Stone como "la modelo con curvas", igual tenemos que replantearnos las cosas. No seré yo quien le quite a la moda su carácter de fantasía y universo paralelo (y flaco), ni quien deje de mirarse cada día al espejo en busca de otro pequeño depósito de grasa que volatilizar en el gimnasio, pero reconozco que me alegro cuando veo a los modelos de Walter Van Beirendonck en la pasarela, o cualquier campaña protagonizada por la fantástica Crystal Renn.


jueves, 18 de febrero de 2010

La Colección


Igual me equivoco, pero creo que uno de los errores en los que han incurrido desde el principio la Pasarela Cibeles y el resto de plataformas de moda de (supuesto) alto nivel en España es el de la obsesión por La Colección. Es decir, la necesidad/obligación/fijación que tienen los que participan en estos eventos de diseñar, mostrar e intentar defender colecciones completas, con diferentes tipos de prendas, materiales, accesorios, etc, en vez de comenzar con propuestas concretas (punto, accesorios, piel...) y poco a poco expandirse hasta ser capaces de generar y soportar una colección entera. Si mal no recuerdo, algunos de los que han conseguido (al menos durante un momento) funcionar industrialmente, siguieron de algún modo este camino: Amaya Arzuaga con el punto, Custo con las camisetas o Loewe con el cuero. La idea de que presentar La Colección es algo necesario para dar a conocer tu estilo, tu calidad o tu lo que sea, quizá está equivocada, y lastra el sistema. Claro que un sistema en el que a la pasarela se le da tanta importancia es lógico que termine así, pues alguien que sólo haga cazadoras de cuero, o corsés, o camisas, no encajará en él, ya que su trabajo dificilmente se ajustará a los parámetros de una presentación en forma de desfile. Eso hace que los que han tomado este camino, mucho más lógico desde el punto de vista industrial (y también creativo, en muchos casos) no consten para mucha gente, pese a que su trabajo es real, se vende, genera dinero y trabajo y, en definitiva, existe.


miércoles, 17 de febrero de 2010

Nike N98




S
i los de Nike son listos (que lo son), la mantendrán en su colección permanente, como un clásico, y cada año la producirán en diferentes versiones, mantieniendo además siempre ésta, la completamente negra. Es la famosa sudadera N98, uno de los productos estrella de la marca para este año. Sienta de maravilla y tiene todos los detalles que tienen que tener estas prendas: ausencia de logo en la espalda, bolsillos con cremallera, elásticos de calidad, cuello que funciona tanto abierto como subido... No sé cuántas sudaderas negras con cremallera puedo tener. Podría contarlas, pero no me apetece. Deben de ser como entre diez y quince, calculo: Pull&Bear, Y-3, Carhartt, Prada, Fred Perry... para todos los gustos y, sobre todo, para el mío. Combinada con chinos y polo es uno de mis uniformes favoritos y la apruebo hasta con camisa y corbata.




sábado, 13 de febrero de 2010

Neil Barrett, Palladium,Tokyo

No me suele gustar lo que hace Neil Barrett. No me parece para mí. Tampoco tengo muy claro si su marca está por debajo de sus posibilidades o ridículamente por encima. Como en tantas otras ocasiones, la firma del que fuese diseñador de la colección masculina de Prada, para la que creó piezas estupendas, está quizá demasiado enfocada a Japón, a satisfacer a una clientela que busca algo un poco menos hortera que Bikkembergs o Dsquared, pero no tan sofisticado como Givenchy o la misma Prada. Tendencia a tope y lujo relativo. Como un Dior Homme para físicos aún más flacos y flequillos más emo. Eso sí, su colaboración con Palladium para el próximo otoño-invierno ha dado como fruto unas botas que habrá que cazar al vuelo, seguramente en thecorner.com o, con suerte, en la flagship store de la marca en Tokyo.



sudadera gris



De objeto a evitar a toda costa a básico imprescindible: la sudadera gris. "Gris chandal"como diría mamá o "marble gray", según los catálogos de tejidos. Con precios que van desde los 5 euros de cualquier tienda de ropa de trabajo a las barbaridades que pueden pedir por su versión los carísimos nuevos popes del estilo americana. ¿Hará Tom Ford sudaderas grises? Es muy posible, él es muy listo, y seguro que su prenda tiene las mangas bien cortadas (en ranglán, a ser posible), elástico de calidad en cuello y puños y un interior no sólo suave y calentito, sino también lujoso. Más perfecta todavía. Un consejo: igual que con las cazadoras de cuero, cómprala un poco más pequeña de lo que en principio deberías, dale unos días para que coja forma y se convierta, con los años, en una de esas prendas asquerosas y viejísimas que siempre quieres tener a mano.



jueves, 11 de febrero de 2010

McQueen


Lo cierto es que esta imagen, la de los zapatos 'Armadillo' recorriendo la pasarela, define muy bien lo que era y significaba Alexander McQueen: fantasía, técnica, visión, juego, provocación, perversión, fetichismo, repulsión, libertad, tradición... Mil términos, contradictorios y complementarios que más que ofrecer respuestas, proponen preguntas acerca de una de las figuras clave en la moda de los últimos años. McQueen hizo muchas cosas en relativamente poco tiempo. Se equivocó y acertó. Se rebeló contra lo establecido con colecciones preciosas pero imposibles y sin embargo al tiempo se plegó a las exigencias de un mercado pacato degradando sus fabulosas creaciones para conseguir venderlas. Soñaba disfraces de ensueño que torturaban a las mujeres a cambio de convertirlas en diosas paganas y, a la vez, facturaba trajes de chaqueta impecables para mujeres con los pies muy en la tierra. O no tanto. El asombro que provocaban sus desfiles salvajes era directamente proporcional a lo mucho que defraudaban las prendas domesticadas en las que terminaban convertidos. Por eso me gustan estos zapatos, porque no dan tregua, no se esconden. Para calzárselos hay que tener, además de dinero y equilibrio, ese orgullo que McQueen tenía y, a la vez, se tragaba.



martes, 9 de febrero de 2010

nada que ocultar


Si algo es el grupo de Renzo Rosso, Staff International, es variado: Diesel, Maison Martin Margiela, Viktor & Rolf, Vivienne Westwood... y DSquared2. La marca de los imposibles hermanos Caten (¿los habéis visto hablar? ¿y presentar el basurero ‘Launch my Line’?) a la chita callando le ha comido un trozo gordísimo del mercado a Dolce & Gabbana y Cavalli (y, por tanto, indirectamente, a Versace), con su estética filogay y basurera, pasada por un turmix de lo que los futbolistas y las starlettes entienden por lujo. Que muchas de las prendas de la marca tengan una factura y un corte impecables (siempre que quepas en ellas, claro) es lo de menos, cuando todo lo demás es de una vulgaridad que tira para atrás. ¿Vulgaridad elegida? por supuesto, pero... ¿consciente de sí misma? no sé, lo dudo. Cuando alguien decide comprar, pagar y vestir esta firma supongo que lo hace porque si lo que buscas es poner tu cuerpo (tus pectorales o tus tetas, según el caso) en el escaparate de las discotecas playeras o los platós televisivos, DSquared es tu marca. El patronaje de sus chaquetas y pantalones podrá gustar o no, pero es de calidad, generalmente. Los materiales también. Pero la estética es tan trash y tan chabacana que cuesta creer que no sea todo una ironía como las que podrían hacer Gaultier o Westwood o un homenaje, en plan Mugler. Sin embargo DSquared, todo indica que lo que ves es lo que hay.



domingo, 7 de febrero de 2010

for men


Como parte del plan voy-a-caber-en-una-cazadora-de-Rick-Owens, me he planteado con más seriedad las sesiones de correr y piscina. Tengo la suerte de vivir al lado de una macro-manzana doble del Eixample, con un kilómetro de perímetro (casi exacto, estupendo para controlar las distancias de entranamiento) y una piscina olímpica. Además tengo dos ayudas: las Nike Lunar Glide para correr y, para nadar (o, mejor dicho, para después de nadar), el producto (espero que perfecto y definitivo) que impida que mi piel parezca la de un caimán a la tercera sesión piscinera. Es un producto de Kiehl’s, claro. Hace tiempo que la cosmética “sólo para hombres” me resulta sospechosa. Por cada producto realmente efectivo y adaptado a la piel masculina debe de haber diez o doce que son meros reenvasados de productos de las líneas “generales” (es decir, femeninas en principio) de la marca en cuestión, en formatos con peor relación tamaño-coste y, en algunos casos, perfumes y packagings “masculinos”, lo cual suele implicar mucho mentol en el primer caso y colores oscuros (gris mate) en el segundo. Mi reino por una marca de cosmética masculina que se preocupe de las necesidades cosméticas reales de los hombres, y no sólo de sus necesidades-cliché, miedos-cliché y debilidades-cliché. Joder, que sales de la piscina con la piel hecha un desastre y te da igual que el envase de la crema sea verde o azul: lo que quieres es que lo que contiene funcione.



viernes, 5 de febrero de 2010

gimnasio/costura

Qué razón tiene el gran Rick Owens cuando dice eso de “working out is modern couture”. Se ven muchas colecciones y campañas en las que el cuerpo de los modelos es el que realmente hace que la ropa parezca algo: D&G, DSquared, Levi’s... Es ése uno de los momentos en los que la moda se revela como algo puramente aspiracional, pues cuando compramos ésas prendas (y, en menor medida, pero también, esos accesorios) lo que quizá queremos adquirir realmente es el físico del modelo que los lucía. De hecho, la misma ropa de Owens (que es un adicto al gimnasio confeso) es de las que más nota el hecho de que quien la lleve tenga un cuerpo cuidado, delgado pero fibroso, perfecto según unos cánones que, en el caso del cuerpo masculino, han cambiado muy poco a lo largo de la historia (el estándar femenino ha pasado por mutaciones mucho más radicales, indudablemente), lo cual los hace quizá más deseables, pues son estables, son los buenos. Balenciaga decía a sus clientes algo así como que no necesitaban tener un buen cuerpo, que él les proporcionaría uno gracias a sus trajes. No creo que exista una definición mejor de lo que es la alta costura.


(Por otro lado, y para demostrar mi frivolidad y mi inconsistencia, os diré que uno de las metas de mi actual proyecto de adelgazamiento es caber en una cazadora de Rick Owens. Para que la cosa funcione, la idea es que mi cuerpo adelgace... mientras mi cuenta corriente engorda)




miércoles, 3 de febrero de 2010

la huella de Maharishi

Hace algo más de diez años Hardy Bleachman convirtio su firma Maharishi en un must. Cuando el urbanwear de lujo aún estaba en pañales, él lanzó desde Londres una línea que aunaba lo militar, lo oriental y lo supertecnológico. Gusto vintage, afán por el reciclaje y patronajes complejos y "orgánicos". Y precios de órdago. Sus famosos "snopants", anchísimos pantalones a medio camino entre unos cargo, un pijama y un pantalón de deporte, arrasaron. Los precios de Maharishi se disparaban (aún más) cuando sus prendas incorporaban característicos bordados. La pernera enteramente bordada de unos snopants de Maharishi se convirtió en un (otro) símbolo de status, abrazado por igual por raperos que por suscriptoras del Vogue. Esta mezcla de comodidad y lujo, espíritu urbano y sensibilidad orientaloide, convirtió a Maharishi en una marca-nicho simbólica, con sus precios elevados, su estilo inconfundible y su selectísima distribución. En Madrid fueron la extinta Mitsuoko de la calle Fuencarral y posteriormente Eks las primeras tiendas en trabjar con la marca. Posteriormente, y con la marca ya bifurcada en un montón de líneas de productos y colaboraciones, una segunda línea (MHI) y dos tiendasfantásticas en Londres, llegó la hostia. La cretiva fue anterior a la económica. Maharishi se "rebajó" estilística y conceptualmente y terminó por competir frontalmente con las nuevas superestrellas del entonces ya habitual urbanwear de lujo. Perdió su carácter exquisito, su atractivo para iniciados, su status y su mojo. Ahora de aquella marca gloriosa sólo quedan sus colecciones actuales, sosas y mediocres y, lo que es más importante, una influencia tremenda palpable claramente en las colecciones de G-Star o Diesel, por ejemplo. Lo que Bleachman hizo entonces con el urbanwear es comparable a lo que Raf Simons hace ahora con la sastrería: revolucionario pero atrayente, no comprensible por todo el mundo (ni falta que hace), y justificadamente caro.

martes, 2 de febrero de 2010

Chanel ¿bag?






Creo que no pertenece a la colección de esta temporada, pero me da igual. Por cosas como ésta es por las que siempre debemos estar atentos a lo que hace Lagerfeld en Chanel. Jugar al límite y sobre seguro, al tiempo. Exquisitez y camp, lujo del bueno y Lilly Allen (¿es vulgar? ¿es cool? ¿es Chanel?) apareciendo en medio del escenario-pasarela-granja en pleno desfile. Como siempre, en el Grand Palais. Lo más tradicional puede ser lo más nuevo. You don't mess with Chanel. And you don't mess with Karl.

lunes, 1 de febrero de 2010

Realidad


Me quedé con ganas de ver 'Rock & Roll' en Barcelona, aunque es posible que cuando la monten en Madrid, dentro de unas semanas, encuentre un huevo para verla. Tom Stoppard me fasciba y me repele al tiempo. Tiene todo lo que odio y todo lo que venero en un autor teatral. Sus textos son complicados de montar y el riesgo de que si el montaje y las interpretaciones son mediocres el resultado final sea un despropósito es grande. A la 'Realidad' ('The Real Thing') que protagoniza Javier Cámara en el María Guerrero quizá le ocurra eso. Es una función demasiado complicada como para que la haga cualquiera. Y a lo mejor Cámara es cualquiera. En teoría, el público de Stoppard y el que acude a los teatros a ver en directo a sus actores-celebrities favoritos de la tele, son completamente distintos, pero en la práctica igual no tanto. Algunos gritos de "¡bravo!" al final del espectáculo, pero también espectadores saliendo del teatro descontentos y defraudados. Ésta era la gran oportunidad de Javier Cámara de convencer a los que seguimos pensando que es un actor sobrevaloradísimo. A mí lo que más me ha gustado de él (y casi diría que de la obra) han sido las botas negras que llevaba. Mal asunto

sábado, 30 de enero de 2010

red hot chili Karen





Yo me quedo con las raras. Son las que dan más juego. Y si además están buenas, mejor. Joder, este post podría parecerse uno de esos textos casicaspa del GQ, en la página dedicada a la starlette-actressette-modelette-socialette de turno. Me da igual. Coco Rocha me pone. Y Sibyl Buck. Y Shirley Manson. Algo pasa con las pelirrojas...

Pero sobre todo, I'm in love with Karen Elson. Es mi marciana de pelo rojo favorita, de lejos.

viernes, 29 de enero de 2010

todo online

Compraría por internet hasta el pan, si pudiera. Si Barcelona-Reykjavik o Crusto cogieran pedidos online, ahí estaría yo todos los días (o casi) encargando panes de nivel de cinco en cinco. ¿La compra quincenal? En Mercadona. ¿Los libros y los DVDs en inglés? En Amazon ¿las zapatillas? Sneakersnstuff o Colette y, si son de la temporada pasada y me quedé con ganas de ellas, Yoox, sitio donde es facilísimo encontrar básicos de Raf Simons o Carhartt, entre otras muchas marcas. Y, para caprichos caros de Givenchy o Demeulemeester, nada mejor que Luisa Via Roma. Yo, que fui una de las personas que recibieron aquel correo triste de parte de Boo.com, en el que anunciaban el cierre de la empresa, disfruto cada día encontrando nuevas y mejores tiendas online, de gafas de sol, de ropa deportiva, de lo que sea. El día que Ikea y H&M decidan apostar realmente por el online shopping (cosa complicada, pues la circulación de clientes por sus tiendas es para ellos una enorme fuente de ingresos, compras impulsivas), mi vida será casi perfecta. Últimas adquisiciones online: una (otra) sudadera con cremallera de Y-3, unos cuantos libros en Amazon y una helmet bag de Eastpak, la it bag más barata de la historia, más aún si la compras tirando de teclado y ratón (y Visa, claro).