domingo, 25 de abril de 2010

mens sana in corpore sano (in nice clothes)

La estética deportiva conquista la ropa de calle, mientras que la ropa deportiva corre el riesgo de ser cada vez menos estética. Muchos pasamos bastantes horas al año corriendo, nadando, practicando yoga, en el gimnasio... y estoy seguro de que hay mercado para las prendas deportivas que sepan conjugar lo práctico con lo estético. Aunque también es cierto que cuesta invertir dinero en cosas que van a terminar inevitablemente empapadas de sudor. Sin embargo, si somos capaces de gastar bastante dinero en prendas que utilizaremos como mucho una vez cada quince días, quizá deberíamos pensar que nos merecemos unas buenas (y bonitas) mallas para correr o una sudadera para después de los entrenamientos en el gimnasio. Líneas como la de Nike (sobre todo Nike Women, relanzada gracias al talento de Kristina Szasz, que luego haría algo parecido, pero para hombre, en Dockers) demuestran que esto es posible. Otros casos, como los de las horrendas cosas que diseña Stella McCartney para Adidas, nos muestran que la intersección entre moda y deporte no es tan secilla. A veces es una fusión artificial, como las de Bikkembergs o D&G, más enfocadas hacia el fetichismo de la ropa deportiva que a la práctica del deporte en sí misma. De cualquiera manera, lo que está claro es que hay espacio para nuevas propuestas interesantes.

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