viernes, 29 de enero de 2010

todo online

Compraría por internet hasta el pan, si pudiera. Si Barcelona-Reykjavik o Crusto cogieran pedidos online, ahí estaría yo todos los días (o casi) encargando panes de nivel de cinco en cinco. ¿La compra quincenal? En Mercadona. ¿Los libros y los DVDs en inglés? En Amazon ¿las zapatillas? Sneakersnstuff o Colette y, si son de la temporada pasada y me quedé con ganas de ellas, Yoox, sitio donde es facilísimo encontrar básicos de Raf Simons o Carhartt, entre otras muchas marcas. Y, para caprichos caros de Givenchy o Demeulemeester, nada mejor que Luisa Via Roma. Yo, que fui una de las personas que recibieron aquel correo triste de parte de Boo.com, en el que anunciaban el cierre de la empresa, disfruto cada día encontrando nuevas y mejores tiendas online, de gafas de sol, de ropa deportiva, de lo que sea. El día que Ikea y H&M decidan apostar realmente por el online shopping (cosa complicada, pues la circulación de clientes por sus tiendas es para ellos una enorme fuente de ingresos, compras impulsivas), mi vida será casi perfecta. Últimas adquisiciones online: una (otra) sudadera con cremallera de Y-3, unos cuantos libros en Amazon y una helmet bag de Eastpak, la it bag más barata de la historia, más aún si la compras tirando de teclado y ratón (y Visa, claro).


2 comentarios:

Anónimo dijo...

je, je... yo también recibí ese email de boo.com
No creo que por entonces hubiese en españa más de una docena de personas reciendo en su inbox tan mala noticia. recuerdo que generó una desagradable desconfianza acerca de la viabilidad del comercio online. el timing es importante -la audiencia todavía no estaba preparada

659 kilómetros dijo...

el timing en estos negocios lo es todo. Empezar en el momento exacto, justo antes de que los demás se lo planteen pero tampoco con demasiada antelación es fundamental para crear un estándar que, si bien no será perfecto, será asumido durante largo tiempo como el modelo a utilizar. Es el caso claro de Yoox.