martes, 5 de enero de 2010

uneix-te al DIR!

Mi racanería, para depende que, no tiene límites. Una de las cosas que más me duelen es la cuota mensual del gimnasio. Al final, da lo mismo cuanto gastes en gimnasio, porque lo que marca al diferencia es si vas o no vas y si, cuando vas, haces o no haces. Que te den toallitas, que en las duchas haya gel o que la sala de pesas esté llena de latinas embutidas en lycras imposibles, porteros de discoteca, adolescentes flipados o señores de cincuentaytantos con la tripa gorda y las pantorillas finas y peladas (el famoso "efecto gallina") es lo de menos. Ésos son solo pequeños detalles que, sin embargo, a la hora de pasar por caja, cuentan. Engrosan la factura mensual, pero no hacen más fácil perder kilos de grasa o ganarlos de músculo. La pereza que me está dando ir de gimnasio en gimnasio en esta ciudad es directamente proporcional a lo absurdo de este toura en sí mismo. Lo que sí tengo claro es que me vale cualquiera menos los famosos DIR, esa cadena de gimnasios que es también secta y bastión de la catalanidad más rancia. Que manera paleta y torticera de entender las cosas. No me quiero ni imaginar un equivalente del DIR en Sevilla (caseta propia en la Feria, botellitas de fino en la máquina de refrescos, clases de cardio-sevillanas y soleá-yoga...) o en Valencia (dorados everywhere, concursos internos de falleras, paella-dance, lladró-cycling...). Es un sitio triste. Y caro. Y trapero. Y con ínfulas. Aún así, es el gimnasio "por defecto" de esta ciudad y todo el mundo parece estar de acuerdo en que lo siga siendo.

2 comentarios:

Garcia Madrid dijo...

gracias por el post, voy a echar un vistazo a tu blog por que por los titulares creo que no tiene dsperdicio
;)
seguro que encuentras algo en la tienda y ahora que estamos de liquidación a mucho mejor precio

659 kilómetros dijo...

a ver si me da tiempo!!!!